Los nuevos destinos de lujo son aquellos que permiten sentirse fuera del mapa y conectar con la experiencia local.

Si es escaso, si es aut&eacute;ntico, si es &uacute;nico, si muchos lo sue&ntilde;an: entonces es de lujo. A trav&eacute;s del tiempo y las civilizaciones, el sentido del lujo fue tomando distintas formas. En la era de la hiperconexi&oacute;n, de la sobreinformaci&oacute;n y la sobreestimulaci&oacute;n digital, este concepto aplicado a las tendencias viajeras es sin&oacute;nimo de una id&iacute;lica utop&iacute;a: estar en sitios off the grid &ndash;fuera del mapa&ndash; y vivir experiencias enfocadas en el bienestar a trav&eacute;s del contacto con la naturaleza y la cultura locales. El wellness, las experiencias aut&eacute;nticas y personalizadas completan la tendencia seg&uacute;n los reportes anuales de turismo.&nbsp;
Amazon&iacute;a peruana&nbsp;
Despert&eacute; en la Amazon&iacute;a y todav&iacute;a era de noche. La habitaci&oacute;n estaba alumbrada &uacute;nicamente por un fanal de biodiesel, no hab&iacute;a electricidad ni conexi&oacute;n a Internet. En la oscuridad de la madrugada, la lluvia chocaba contra el techo de irapay &ndash;la planta con la que la comunidad local construye los techos de las villas&ndash; cual, y los sonidos de la fren&eacute;tica selva comenzaban a latir. Parec&iacute;a un sue&ntilde;o estar inmersa en la Amazon&iacute;a peruana, en una villa del hotel Inkaterra Hacienda Concepci&oacute;n, en total presencia y conexi&oacute;n.&nbsp;
Para llegar al Inkaterra Hacienda Concepci&oacute;n se debe tomar un vuelo desde Lima o Cuzco hasta Puerto Maldonado. Luego, el equipo del hotel realiza el traslado. La selva se atraviesa por tierra y por agua, en una lancha que recorre el R&iacute;o Madre de Dios para finalmente llegar al lodge. Aqu&iacute;, las caba&ntilde;as de madera y techos de irapay se dispersan en la reserva de m&aacute;s de 370 hect&aacute;reas, junto con el restaurante y el magn&iacute;fico NU spa. Su dise&ntilde;o es sofisticado y simple. Tiene la comodidad propia de un hotel de lujo, aunque la conexi&oacute;n a Internet y electricidad son limitados (a partir de las diez de la noche la &uacute;nica fuente lum&iacute;nica son fanales de biodiesel), y este no es su problema sino su gran diferencial.
La filosof&iacute;a del lodge se centra en el turismo de naturaleza. Viajeros de todas partes del mundo se disponen, curiosos, para que el equipo de especialistas de conservaci&oacute;n los acompa&ntilde;e a descubrir este desafiante h&aacute;bitat y vivir experiencias que los desconecten de la urbanizaci&oacute;n cotidiana.

Mata atl&aacute;ntica argentina
En nuestra selva misionera, el Awasi, hotel miembro de Relais &amp; Chateaux, sigue las normativas para funcionar en modo carbono neutral. Ubicado a veinte minutos de las Cataratas del Iguaz&uacute;, est&aacute; estrat&eacute;gicamente pensado para descubrir el destino de un modo completamente &iacute;ntimo, aut&eacute;ntico y local.
&ldquo;El mayor valor de Awasi es la privacidad&rdquo;, cuenta Paula Bertotto, gerente residente del hotel, mientras caminamos por el camino hecho de basalto &ndash;roca volc&aacute;nica, elemento fundamental en la formaci&oacute;n de las cataratas&ndash; que conecta las villas: catorce en total, muy distanciadas entre s&iacute;. Tienen vista a la selva, piscina propia y un interiorismo realizado con la participaci&oacute;n de artistas locales. Adem&aacute;s, cada una cuenta con un 4x4 propio para los traslados que realizar&aacute; el gu&iacute;a.&nbsp;
Las excursiones en Awasi son privadas y est&aacute;n dise&ntilde;adas por un equipo multidisciplinario de gu&iacute;as de turismo y bi&oacute;logos que tienen en cuenta hasta el m&aacute;s m&iacute;nimo detalle. Una de las experiencias que ofrecen es presenciar la reintroducci&oacute;n de animales nativos en &aacute;reas protegidas; esto se realiza gracias a una alianza entre la Fundaci&oacute;n Awasi y el Refugio G&uuml;ir&aacute; Oga, organizaci&oacute;n local de protecci&oacute;n de animales silvestres. &ldquo;Buscamos conectar a los hu&eacute;spedes con lo esencial. Generamos experiencias profundas y con contenido, que nos conectan con personas y culturas distintas, fomentando el compromiso con causas relacionadas a la protecci&oacute;n de la naturaleza y la cultura, ayud&aacute;ndonos a ser, a trav&eacute;s del turismo, mejores ciudadanos del mundo&rdquo;, subraya Bertotto.

&ldquo;Conectamos con lo esencial. Fomentamos el compromiso con la naturaleza y la cultura&rdquo;.

En la peque&ntilde;a pen&iacute;nsula uruguaya
The Global Wellness Institute define este tipo de viajes como &ldquo;turismo de bienestar&rdquo;, cuyo prop&oacute;sito es mejorar la calidad de vida de las personas. En Jos&eacute; Ignacio, Uruguay, The Shack Yoga refleja este concepto. Creado por la neoyorkina Isabella Channing y ubicado en el complejo hotelero Bah&iacute;a Vik, convoca a la mayor comunidad de wellness del lugar, temporada tras temporada. &ldquo;El bienestar es una b&uacute;squeda interna de sanaci&oacute;n y transformaci&oacute;n para vivir una vida aut&eacute;ntica y luminosa&rdquo;, dice Isabella.
En The Shack, los especialistas ofrecen coaching personalizado para encontrar el tratamiento indicado para cada d&iacute;a. Las terapias giran en torno a tres ejes: purificar, relajar o activar. Para purificar, hay terapias como los saunas fr&iacute;o y calor, scrub exfoliantes, jugos detoxificantes y breathwork, que equilibran el sistema nervioso. Para activar, est&aacute;n las clases de fitness o yoga. Y para relajar proponen una sesi&oacute;n de masajes; entre ellos se destaca el masaje cham&aacute;nico con productos de la marca Naturalmente, realizados con bot&aacute;nica local.&nbsp;
The Shack es una referencia, tambi&eacute;n, por su retiro Yoga for Bad People. Van por su octava edici&oacute;n, re&uacute;ne a personas de todo el mundo durante una semana, para un reseteo intensivo.

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