El paso del tiempo, el rock, sus cuatro &aacute;lbumes: trastienda del proyecto musical de un artista que se inspira en los grandes.

En los &uacute;ltimos siete a&ntilde;os, la carrera solista de Mateo Sujatovich despeg&oacute; con Conociendo Rusia, proyecto con el que ya edit&oacute; cuatro &aacute;lbumes que lo llevaron a girar por toda la Argentina y el mundo. Esa fue la inspiraci&oacute;n de su &uacute;ltimo material, Jet Love (2024), un disco de pop rock de 11 canciones de melod&iacute;as suaves, arreglos nost&aacute;lgicos y letras introspectivas que se cantan a todo pulm&oacute;n como &ldquo;Te Lo Voy a Decir&rdquo; o &ldquo;Parte De M&iacute;&rdquo;. El a&ntilde;o pasado fue nominado a Mejor &Aacute;lbum Pop/Rock en los Latin Grammys, y su canci&oacute;n &ldquo;Cinco Horas Menos&rdquo; junto a la mexicana Natalia Lafourcade gan&oacute; el premio a la Mejor Canci&oacute;n Pop/Rock. En los &uacute;ltimos d&iacute;as present&oacute; "Perfecto final", realizada junto a Nathy Peluso. Balada escrita y compuesta junto a la cantante y Nico Cotton.
&ldquo;Grabamos el disco en Sonic Ranch, un estudio tremendo en Texas, Estados Unidos, que est&aacute; en el medio del desierto, y lleno de instrumentos viej&iacute;simos, raros, entonces fue un poco como un retiro espiritual donde terminamos de componer y grabar varias canciones&rdquo;, comenta Sujatovich acerca del &aacute;lbum que grab&oacute; junto a Nico Cotton, su productor, Guille Salort (bater&iacute;a) y Maca Abente (productora creativa), que presentar&aacute; el s&aacute;bado 25 de octubre desde el Movistar Arena, en el barrio de Villa Crespo, antes de darle paso a nuevas composiciones.&nbsp;
Hijo del tecladista Leo Sujatovich &ndash;integrante de Spinetta Jade y nieto de Pichona Sujatovich, profesora de piano de artistas como Charly Garc&iacute;a&ndash; el cantante de 34 a&ntilde;os y su hermana pianista, Luna, crecieron en un entorno donde la m&uacute;sica era el idioma familiar nativo. Sin embargo, no fue hasta los 13 a&ntilde;os y viviendo en Espa&ntilde;a que Mateo entr&oacute; en contacto con una guitarra, cuando empez&oacute; a tomar clases con Claudio Gabis (Manal, Billy Bond y La Pesada del Rock and Roll). All&iacute; descubri&oacute; el amor por las cuerdas, que lo llev&oacute; tambi&eacute;n a indagar en la obra de Luis Alberto Spinetta y el rol que su padre tuvo en la formaci&oacute;n de la banda Spinetta Jade. &ldquo;Esa edad para m&iacute; fue un despertar total. Aprend&iacute; a sacar acordes a partir de las canciones de Luis a medida que fui conociendo su m&uacute;sica, y lo que mi viejo hab&iacute;a hecho con &eacute;l. En ese momento viv&iacute;amos en Madrid por el trabajo de mis viejos, y yo estaba totalmente deprimido porque quer&iacute;a volver a Buenos Aires con mis amigos. Entonces, el v&iacute;nculo de amor que empec&eacute; con la guitarra y Luis fue salvador&rdquo;, comenta acerca de su historia y una de sus m&aacute;ximas influencias locales.&nbsp;

&ldquo;El v&iacute;nculo de amor que empec&eacute; con la guitarra y Spinetta fue salvador&rdquo;.

L&acute;OFFICIEL: &iquest;Ya est&aacute;s trabajando en m&uacute;sica nueva?&nbsp;
Mateo Sujatovich: Ahora que estamos entre los shows, festivales y viajes, empieza reci&eacute;n a aparecer un universo entre discos. Todav&iacute;a no tengo canciones cerradas pero ya hay algunas melod&iacute;as que van naciendo en el tour mientras escucho m&uacute;sica, agarro la guitarra y voy grabando algunas cosas chiquitas en notas de voz. Despu&eacute;s vuelvo a mi casa y bajo algunas letras que se puedan ajustar a esa m&uacute;sica entre mis cuadernos y el celular. Se viene una parte muy linda del proceso, a la vez intensa y compleja porque hay que meterse adentro para poder tocar el piano, la guitarra y sentarse a escribir.
L&acute;O: &iquest;Qu&eacute; problem&aacute;ticas te interpelan a la hora de componer?
M.S: Si bien en la mayor&iacute;a de las canciones hablo sobre el amor, tambi&eacute;n escribo bastante sobre la amistad y el paso del tiempo. Creo que soy bastante consciente de tener m&aacute;s de 30 a&ntilde;os, que es una edad bisagra donde la vida va cambiando, la relaci&oacute;n con los v&iacute;nculos, la familia y el trabajo, y eso aparece en las canciones. Con el paso del tiempo estoy medio existencialista y eso empez&oacute; a aparecer mucho en las letras. Siento que me voy fortaleciendo como persona, conoci&eacute;ndome, y aceptando tanto las cosas buenas como las que no son tan copadas. Tambi&eacute;n es un momento muy vital. Me siento con mucha energ&iacute;a para hacer cosas y nunca me levant&eacute; tan temprano para practicar todos los deportes que me gustan, despu&eacute;s tengo reuniones de trabajo, ensayos, tiempo para componer y para juntarme con amigos para salir a cenar.&nbsp;
L&acute;O: Hablando de energ&iacute;a, &iquest;cu&aacute;l es la energ&iacute;a de cada uno de tus discos?&nbsp;
M.S: Conociendo Rusia (2018) es lo primero que compuse y produje, y ah&iacute; est&aacute; todo: el pop de Mateo, el rock nacional y tambi&eacute;n hay cosas de blues que me gustan mucho, que despu&eacute;s pude ampliar en Cabildo y Juramento (2019), donde incorpor&eacute; muchas cosas argentinas y que habla bastante de la soledad, de las calles vac&iacute;as. Ese disco fue hecho antes de la pandemia pero sali&oacute; un toque antes de quedar encerrados, as&iacute; que principalmente se escuch&oacute; durante ese tiempo y tuvo much&iacute;sima aceptaci&oacute;n; me ayud&oacute; a posicionarme y a empezar a vivir al 100 % de este proyecto. La Direcci&oacute;n (2021) s&iacute; fue un disco pand&eacute;mico, es un &aacute;lbum m&aacute;s an&aacute;logo, m&aacute;s minimalista y habla acerca del rumbo que quiero seguir, de cosas de mi infancia. Es tal vez el m&aacute;s profundo, y despu&eacute;s Jet Love (2024) ya me agarra en el traj&iacute;n de la gira, las ansiedades de seguir componiendo mientras est&aacute;s en viaje y explorar los clich&eacute;s del rockero, tanto el que est&aacute; pasado de rosca en el tour como el lado sentimentalista de estar en otra del mundo y sentirte triste, extra&ntilde;ar al amor que qued&oacute; lejos.&nbsp;
L&acute;O: &iquest;Sent&iacute;s alg&uacute;n tipo de presi&oacute;n por continuar el legado del rock y el cancionero popular argentino?&nbsp;
M.S: Creo que esto es otra &eacute;poca, otro contexto y otra m&uacute;sica muy distinta a la de los grandes compositores argentinos como Spinetta, Charly [Garc&iacute;a], Fito [P&aacute;ez], Andr&eacute;s [Calamaro], o Gustavo [Cerati]. Aun as&iacute;, el rock est&aacute; teniendo un regreso. Los raperos hacen rock y tocan en vivo con sesionistas del palo; Lali acaba de sacar un disco principalmente de rock nacional, y hay un mont&oacute;n de pibitos y pibitas de 20 a&ntilde;os que est&aacute;n armando unas bandas tremendas. Eso de que el rock est&aacute; muerto es una boludez, pero por m&aacute;s que mi m&uacute;sica suene a rock nacional, tenga mucho de la influencia de estos grandes y me encanta que la gente que los escucha a ellos me venga a ver, tengo la libertad para ser y hacer lo que quiera.&nbsp;
L&acute;O: &iquest;Hubo en alg&uacute;n momento la presi&oacute;n de cargar el apellido?&nbsp;
M.S: S&iacute;, obvio. En el momento en el que me di cuenta que iba a dedicarme a la m&uacute;sica, que decid&iacute; que iba a ser mi camino y todo el mundo me hablaba de mi viejo en cualquier lugar a donde fuera, se sinti&oacute;. Cuando vos sos &ldquo;el hijo de&rdquo;, hasta que no hac&eacute;s el gol es duro, pero tuve la suerte de que r&aacute;pidamente el p&uacute;blico empez&oacute; a reconocer mi trabajo. Es lindo cuando el otro te valida y te dice que sos un capo, pero est&aacute; bueno tambi&eacute;n que este camino tenga que ver m&aacute;s con una validaci&oacute;n personal. Creo que hoy estoy en esa.&nbsp;

Notas de estilo Texto de las estilistas: Martina Bevilacqua y Lara Martinsen 
En esta producci&oacute;n de L&rsquo;Officiel, Mateo Sujatovich &mdash;voz y alma de Conociendo Rusia&mdash; encarna una fantas&iacute;a: la vida &iacute;ntima de una estrella de rock en su propio mundo de lujo, m&uacute;sica y nostalgia.&nbsp;
La mansi&oacute;n del Four Seasons Hotel Buenos Aires, el Palacio Alzaga Unzu&eacute; de 1920 con la historia de una de las familias m&aacute;s emblem&aacute;ticas de la Argentina, fue el escenario perfecto para construir esta narrativa: un refugio elegante que, por un d&iacute;a, se transform&oacute; en su hogar. Afuera, una limusina vintage esperaba paciente: no como un transporte eventual, sino como el veh&iacute;culo personal de este &iacute;cono moderno.
El estilismo propuso un viaje est&eacute;tico que amalgama dos &eacute;pocas doradas: el oficinista de los a&ntilde;os 90 y el glam vibrante de los 70. Este cruce de mundos dio vida a una imagen contempor&aacute;nea pero atemporal, un equilibrio justo entre la sobriedad del d&iacute;a a d&iacute;a y el desenfado del escenario.
Las siluetas extra grande de la sastrer&iacute;a &mdash;con blazers de hombros marcados y cortes boxy&mdash; evocan la estructura cl&aacute;sica de los 90, mientras las gasas transl&uacute;cidas en tonos durazno de las camisas abren paso a una sensibilidad m&aacute;s suave y sensual, propia del glam rock setentero. A esto se suman prendas ic&oacute;nicas como la chaqueta bomber de cuero y jeans Levi&rsquo;s straight fit, s&iacute;mbolos eternos de rebeld&iacute;a.
Los conjuntos tipo tracksuit de Lacoste aportan un gui&ntilde;o deportivo y relajado, como si Mateo se moviera en su universo donde cada espacio es una extensi&oacute;n de su personalidad. El mix entre piezas estructuradas y fluidas permiti&oacute; revelar distintas facetas: el hombre que domina el escenario, pero tambi&eacute;n el que encuentra refugio en los peque&ntilde;os lujos de lo cotidiano.
La propuesta est&eacute;tica construy&oacute; una fantas&iacute;a: Mateo Sujatovich no solo interpreta la vida de un rockstar; la vive y la reinventa a su manera, con naturalidad, estilo y esa melancol&iacute;a luminosa que caracteriza su m&uacute;sica.
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Fotos: Iv&aacute;n Resnik. Estilismo: Lara Martinsen y Martina Bevilacqua. Maquillaje y peinado: Martina Pucheta. &nbsp;Asistente de estilismo: Milagros Lurie. Asistente de fotograf&iacute;a: Esteban Panneflek y Jos&eacute; Becerra. Agradecimiento: Four Seasons Hotel Buenos Aires.

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