Ar&oacute;n Piper relata su tr&aacute;nsito de la gran pantalla al mundo de la m&uacute;sica: un viaje hacia s&iacute; mismo.

En el video de su &uacute;ltima canci&oacute;n &ldquo;Pirata Espacial&rdquo;, hecho con material documental de su propia vida, Ar&oacute;n Piper viaja, se va de fiesta &ndash;con la DJ Peggy Gou, con el grupo alem&aacute;n Keinemusik&ndash;, abraza a sus amigos, est&aacute; en la playa, en el estudio, en desfiles, en el mar. Desborda diversi&oacute;n, adrenalina: parece despreocupado, expansivo, sin la necesidad de detenerse a pensar. &iquest;Y por qu&eacute; lo har&iacute;a?&nbsp;
Sorprende descubrir que es, en cambio, un tipo introspectivo, sensible, que tiene esa tan rom&aacute;ntica, obvia como concepto, alma de artista. Sus entrevistas van al mismo lugar: recaudos con la fama (sostiene que no es tan famoso pero m&aacute;s de once millones de personas lo siguen en Internet).&nbsp; &ldquo;Yo soy mucho de mirarme hacia dentro cuando nadie m&aacute;s me ve. En la soledad de mi casa o mi habitaci&oacute;n tiendo a dar muchas vueltas, el silencio es algo que me aterra y que al mismo tiempo aprecio much&iacute;simo&rdquo;.
Naci&oacute; en Berl&iacute;n de padre alem&aacute;n y madre espa&ntilde;ola, a los cinco a&ntilde;os volvi&oacute; a Espa&ntilde;a y a los diecisiete, para probar suerte como actor, se mud&oacute; solo a Madrid. Ar&oacute;n Piper tiene 28 a&ntilde;os y una extensa carrera en televisi&oacute;n: su salto a la fama se dio por su papel de Ander en la serie Elite (2018). Su primer protag&oacute;nico en cine, 15 a&ntilde;os y un d&iacute;a (2013) de Gracia Querejeta, obtuvo siete nominaciones a los Premios Goya, entre ellas una a Mejor canci&oacute;n original por un rap que interpreta en el film. Y ahora su carrera contin&uacute;a en la m&uacute;sica: su visita a la Argentina, el marco para esta conversaci&oacute;n, fue como cantante en el Lollapalooza.&nbsp;
Su vida, desde su mudanza en la adolescencia al inicio de su carrera musical, es una constante exploraci&oacute;n de lenguaje, una incesante b&uacute;squeda de un lugar. Se habla de una juventud dif&iacute;cil, enviciada, del deseo de dejarlo todo: &iquest;es la renovaci&oacute;n constante, el hambre de Ar&oacute;n Piper un intento de alcanzar alg&uacute;n tipo de paz? &ldquo;Cada vez m&aacute;s, la m&uacute;sica me permite expresar vulnerabilidad y es una v&iacute;a de expresi&oacute;n mucho m&aacute;s personal y propia que el resto de artes que practico. Crear es muy sanador y divertido&rdquo;.&nbsp;&nbsp;

&ldquo;El silencio es algo que me aterra y que al mismo tiempo aprecio much&iacute;simo&rdquo;.

El tr&aacute;nsito &ndash;de encarnar a otros como actor a dejarse ver como cantante, como &eacute;l mismo&ndash; no fue inmediato ni sencillo. Primero, por lo interno: &ldquo;Es algo que ten&iacute;a que hacer tarde o temprano&rdquo;. Comenz&oacute; a hacer m&uacute;sica a los doce, trece a&ntilde;os, pero para Ar&oacute;n el momento justo lleg&oacute; diez a&ntilde;os despu&eacute;s. &ldquo;Me lanc&eacute; a ello cuando me vi preparado mentalmente y estoy feliz de haber tomado esa decisi&oacute;n, aunque a&uacute;n me queda mucho por sacar y contar, y mucho de lo que desprenderme&rdquo;.&nbsp;
Se considera afortunado porque, si bien empez&oacute; en la m&uacute;sica &ldquo;desde un lugar privilegiado porque ya era famoso&rdquo;, eligi&oacute; &ldquo;el camino de ser un artista independiente y no estar firmado con ninguna disquera durante m&aacute;s de cuatro a&ntilde;os&rdquo;. Para &eacute;l la coherencia es importante, casi vital: &ldquo;en el momento de dar el siguiente paso yo ya hab&iacute;a moldeado mi m&uacute;sica y voy a intentar mantenerme fiel a m&iacute; y a mi estilo, aunque estando dentro sea m&aacute;s dif&iacute;cil&rdquo;.
Su estilo musical, su lenguaje, no es de f&aacute;cil definici&oacute;n, ni siquiera para &eacute;l. &ldquo;Meter en un g&eacute;nero concreto tu m&uacute;sica es bien dif&iacute;cil. Ahora hacia d&oacute;nde voy y quiero ir es a un pop indie con tintes urbanos, y referencias desde Tame Impala a The Weeknd o Daft Punk&rdquo;. Siempre en transici&oacute;n, en constante b&uacute;squeda, Ar&oacute;n Piper se mueve entre lo contemplativo y lo bailable, lo sint&eacute;tico y lo visceral. Mientras tanto, no frena: en 2025 rueda dos pel&iacute;culas, tiene un &aacute;lbum por salir y una gira en el horizonte. Todo al mismo tiempo, todo con la misma intensidad.
Siente mucho, vive mucho, se piensa y se cuestiona. Habla de miedos, de sentimientos, de moda, de sus noches en Ibiza, no le teme al disfrute pero aprendi&oacute; a parar: Ar&oacute;n Piper es profundamente humano, nada de &eacute;l pone distancia ni grita celebridad. Sobre su viaje a la fama explica que &ldquo;es complicado a ratos pero es la vida que he elegido y la casa B en la que me toca vivir. Hay que intentar estar anclado al suelo y hacer ejercicios de agradecimiento constantes&rdquo;. Sobre s&iacute; mismo, el gran leitmotiv, dice que ese &ldquo;Ar&oacute;n m&aacute;s vulnerable que no tiene miedo a explorar esa parte m&aacute;s &iacute;ntima, que deja de lado al rockstar (aunque no se vaya a ir del todo)&rdquo;, siempre estuvo ah&iacute;.&nbsp;
&iquest;Y sobre su visita a Argentina? &ldquo;Era uno de los pa&iacute;ses que m&aacute;s ganas ten&iacute;a de visitar y no me ha defraudado. El p&uacute;blico es entregado y rezarpado, un aut&eacute;ntico placer: tengo muchas ganas de repetir&rdquo;.

Fotograf&iacute;as: Lucas Ricci. Estilismo: Gast&oacute;n Olmos. Maquillaje y pelo: Vero Luna. Asistente de estilismo: Iris Herzkovich. Asistente de estilismo junior: @jimenaaldasoro. Director de movimiento: Nicol&aacute;s Merlin. Management: Mario C&aacute;ceres. Agradecimientos: Florencia Puppo UMG.

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