Actriz, productora, guionista y autora. En todo lo que emprende, su premisa es conservar la pasi&oacute;n.

Entra al bar. Su presencia se nota. Est&aacute; envuelta en gasas claras, con el pelo corto entre bob y gar&ccedil;on que deja al descubierto sus facciones. La conversaci&oacute;n fluye r&aacute;pido porque es charlatana, dice, pero en realidad tiene ideas y las expresa con simp&aacute;tica (in)decisi&oacute;n. Saluda a la cajera por su nombre, le se&ntilde;ala algo de su cambio de look, y entra como pancha por su casa. &ldquo;Hola, &iexcl;qu&eacute; alegr&iacute;a vernos ac&aacute;!, este es como mi segundo hogar&rdquo;, dice y se&ntilde;ala por la ventana: enfrente, en lo que parece unas oficinas con mucho cemento inspirado en el brutalismo moderno, vive. Estamos en el coraz&oacute;n de Palermo. Ah&iacute; naci&oacute;, cruzando la calle, y ah&iacute; vive ahora, despu&eacute;s de habitar otros barrios &ndash;Colegiales, Belgrano&ndash; y otros pa&iacute;ses &ndash;Uruguay, Pa&iacute;ses Bajos, Estados Unidos&ndash;. Su voz grave tiene la presencia de quien sabe lo que quiere, ha vivido y tiene algo que demostrar. Zoe Hochbaum naci&oacute; en 1999, es actriz, estudi&oacute; danza, es autora de dos libros, tambi&eacute;n guionista de pel&iacute;culas, productora de obras de teatro, documentales, motor de ideas ajenas que considera urgentes de realizar y tambi&eacute;n hija, hermana, novia, amiga.
Zoe viene de una casa creativa donde la apoyaron en todo aquello que se propuso. Su padre es un reconocido productor y due&ntilde;o de medios, su hermano sigue esos pasos, su mam&aacute; profesora de yoga y bailarina. Ella, sigue los pasos de todos, como un c&iacute;rculo centr&iacute;fugo de respeto y admiraci&oacute;n. &ldquo;Siempre me negu&eacute;, porque hab&iacute;a algo de no repetir lo que hacen los padres, &iquest;viste?&rdquo;. No pasaron ni cinco minutos desde que comenz&oacute; la conversaci&oacute;n y Zoe ya habla del sentido de la vida mientras se pide un t&eacute; matcha caliente porque hoy es un d&iacute;a primaveral de esos frescos, indecisos. No lo toma, igual, porque se entusiasma: no quer&iacute;a ser productora pero a ella le interesa todo (dicta: escribir, actuar, bailar, el teatro, el streaming, los medios, los negocios, los proyectos. En definitiva, decidir). Y ten&iacute;a en su casa a su mayor maestro, su padre. &ldquo;Apareci&oacute; una necesidad. Es que no todas las actrices tenemos la suerte de que nos llamen para los proyectos que so&ntilde;amos, no importa el talento, no importa cu&aacute;nto labur&aacute;s, no tiene l&oacute;gica, no te llaman. Bueno, la hay, pero no la entend&iacute;a&rdquo;.
Cansada de hacer castings, de lidiar con la frustraci&oacute;n, de poner todo en algo que al final no sal&iacute;a. Y se dijo: &ldquo;Loco, yo no voy a esperar m&aacute;s, si tengo los recursos, las ideas, estoy rodeada de gente talentosa. &iexcl;Lo voy a hacer yo!&rdquo;. As&iacute; naci&oacute; la idea de hacer una productora propia. Le present&oacute; el proyecto al padre &ldquo;como una &ntilde;o&ntilde;a, carpetita y plan de negocios&rdquo;, le cont&oacute; la visi&oacute;n que ten&iacute;a, lo que se imaginaba, lo que pod&iacute;an hacer, hasta d&oacute;nde pod&iacute;an llegar y naci&oacute; Orca Films. Zoe ya lider&oacute; cuatro proyectos que se pueden ver y dos que est&aacute;n en desarrollo: Asfixiados (2023, una pel&iacute;cula de ficci&oacute;n), Como el mar (2023, otra ficci&oacute;n que coprotagoniz&oacute; con Sof&iacute;a Gala Castiglione), Traslados (2024, un documental sobre los vuelos de la muerte) y Verano Trippin (2025), la pel&iacute;cula de Morena Fern&aacute;ndez Quinteros que tambi&eacute;n coprotagoniz&oacute;, esta vez con Miranda de la Serna, y que estuvo hace poco en cartel.
La directora le cont&oacute; la idea cuando la fue a visitar a Uruguay y le qued&oacute; en la cabeza rebotando, hasta que decidi&oacute; que hab&iacute;a que hacerlo y fue a buscarla. &ldquo;Ah&iacute; conoc&iacute; a mi mejor amiga&rdquo;, dice de De la Serna, su partner in crime en la pel&iacute;cula. Las dos jovencitas viajan a Bariloche a pasar el verano, cuando se quedan sin plata empiezan a vender un poco de porro y terminan en un dram&aacute;tico thriller casi terror&iacute;fico en el bosque patag&oacute;nico. &ldquo;Yo soy bastante mansa, no hice cosas tan raras de adolescente&rdquo;, admite, porque siempre se sinti&oacute; m&aacute;s grande, con esp&iacute;ritu de do&ntilde;a a la que el boliche mucho no le gusta o estuvo rodeada de personas m&aacute;s adultas: en su casa ten&iacute;a voz y voto, ten&iacute;a tantas amistades como Roberto Carlos e incluso parejas con una diferencia de edad inusual. &ldquo;En un momento hice cambio de piel, ponerme de novia con Manu (Fanego), cortarme el pelo, cambiar mi c&iacute;rculo de amigues, eso me hizo sentir mejor&rdquo;.
&nbsp;LIDER DE SU VIDA
Zoe habla, modula, mueve las manos, mira profundamente a los ojos. Es como una playa de arena clara un d&iacute;a templado de primavera. Dice que para ella lo m&aacute;s importante es la amabilidad. Est&aacute; tan enamorada de su novie que dice no poder creer la suerte que tiene. Nombra a su amigo, el dise&ntilde;ador de Gonne, como uno de los primeros que la saluda cada d&iacute;a. Se la oye feliz, orgullosa y creativa.
&ldquo;Yo tengo como una premisa muy grande. Por supuesto, es por el lugar de privilegio en el que nac&iacute;, crec&iacute;:&nbsp; tratar de rodearme lo que m&aacute;s pueda de gente dulce&rdquo;, resalta una y otra vez, como si fuera un mantra o una declaraci&oacute;n. Dulce y amable son sus adjetivos favoritos para las personas, las experiencias, la vida y su trabajo. &ldquo;Yo quer&iacute;a armar una productora que fuera muy familia, que se sintiera cozy. Llamar a voces nuevas, hacer &oacute;peras prima, darle espacio a mi generaci&oacute;n&rdquo;.&nbsp;
Ella decidi&oacute; hacerlo, carg&aacute;rselo al hombro. &ldquo;Hablar de plata es reinc&oacute;modo, en general, con la gente, y tambi&eacute;n decirlo p&uacute;blicamente, cuando te preguntan, &lsquo;che, &iquest;c&oacute;mo financian las pel&iacute;culas?&rsquo; y decir &lsquo;Las hacemos nosotros&rsquo;. Digo, hay gente que usa su plata para ponerla en un bono, hay gente que usa su plata para comprarse una cartera... Bueno, yo la uso para hacer pel&iacute;culas. Y eso para m&iacute; es enorme porque es una fuente de trabajo. Es un laburo que es colectivo&rdquo;.
Cuando algunos esconden, ella muestra. Cuando otros callan, ella nombra. Sabe que su apellido puede abrir puertas o traer un prejuicio en quien no la conoce, pero ah&iacute; Zoe se expone como un acto de confianza. &ldquo;A m&iacute; me enorgullece qui&eacute;n soy, qui&eacute;n es mi familia y lo que me dieron. No lo puedo creer, es tanto el nivel de gratitud porque s&eacute; que no es habitual, y esto excede a lo material, me refiero a la confianza&rdquo;.
&nbsp;L&rsquo;OFFICIEL: &iquest;De sentirte acompa&ntilde;ada en tus proyectos?
ZOE HOCHBAUM: S&iacute;. Yo me sigo sorprendiendo de c&oacute;mo mis viejos conf&iacute;an en m&iacute; en cada cosa que hago. O sea, cuando me agarr&oacute; el pire de irme a estudiar danza a Amsterdam, me dijeron &ldquo;S&iacute;, mi amor, and&aacute; a probar&rdquo;. Me agarr&oacute; el pire de irme a Estados Unidos a lo del Actors Studio, &ldquo;S&iacute;, mi amor, dale&rdquo;. Todo es como &ldquo;Dale, prob&aacute;&rdquo;. Y en el medio me pegu&eacute; los mil y un palos, pero ellos siempre bancando esa. Crec&iacute; con m&aacute;s &ldquo;s&iacute;&rdquo; que &ldquo;no&rdquo;.
En esa b&uacute;squeda de su propia identidad tiene bien claro que escribir es lo que m&aacute;s le interesa, y que en Orca Films descubri&oacute; que hacer documentales la llena como nada m&aacute;s en la vida. Algo del trabajo con hechos, con relatos de vidas, con la no ficci&oacute;n es lo que le da un car&aacute;cter de importancia que una pel&iacute;cula no logr&oacute; tener para ella. En alg&uacute;n pasaje de la conversaci&oacute;n dijo que el cine no le salva la vida a nadie, que no es como ser doctor, pero tambi&eacute;n dijo que al hacer Traslados, el documental sobre los vuelos de la muerte que dirigi&oacute; Nicol&aacute;s Gil Lavedra, sinti&oacute; un placer que no sinti&oacute; con nada, nunca. &ldquo;Est&aacute;bamos haciendo algo importante realmente, me sent&iacute; &uacute;til, me llenaba el coraz&oacute;n de orgullo. Me pasa lo mismo cuando escribo mi novela, como que hay algo de tipo, &lsquo;Che, esto me hace muy feliz&rsquo;. O ahora termin&eacute; de escribir una obra que quiero estrenar el a&ntilde;o que viene&rdquo;.
Los proyectos no terminan: ahora encara los ensayos para esa obra de comedia de su autor&iacute;a y continuar&aacute; con la puesta de Mika de Frankfurt de Manu Fanego. Despu&eacute;s, nadie sabe, pero seguro que vendr&aacute; desde la pasi&oacute;n.

Fotograf&iacute;as: Sol Levinas. Estilismo: Silvana Grosso. Asistente de estilismo: Sof&iacute;a P&eacute;rez Mill&aacute;n. Asistente de fotograf&iacute;a: Agust&iacute;n Belussi y Zoe Gutierrez Sulkies. Maquillaje:&nbsp; Joaquina Franci, para Niche. Peinado: Facundo Bellomo, para Niche. Posproducci&oacute;n: Brule. Locaci&oacute;n: Espacio H.

Zoe Hochbaum en L´Officiel Argentina

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