Comparten vida y arte: familia, teatro, m&uacute;sica, rodajes, juego. Mientras hacen de todos sus espacios comunes un refugio.

Monna Anton&oacute;pulos y Marco Antonio Caponi est&aacute;n juntos desde hace diez a&ntilde;os. Tienen un hijo en com&uacute;n (Monna tiene otro con su pareja anterior). Su presente los encuentra compartiendo el oficio en el escenario del Teatro Nacional Cervantes donde participan en La Revista del Cervantes, un espect&aacute;culo que rescata el patrimonio cultural del pa&iacute;s a trav&eacute;s de un recorrido por la historia de la revista argentina. De jueves a domingos, ponen el cuerpo a una experiencia que incluye una orquesta en vivo, un ballet contempor&aacute;neo y actuaciones de lujo, y que funciona &mdash;en sus palabras&mdash; como &ldquo;refugio emocional&rdquo; en un contexto dif&iacute;cil para la cultura.&nbsp;
Mientras tanto, juegan a ser Ricardo y Liliana en una microficci&oacute;n v&iacute;a Instagram que hoy re&uacute;ne a una comunidad de m&aacute;s de ochenta mil seguidores, y forman parte del elenco de las&nbsp;producciones audiovisuales m&aacute;s exitosas del momento. En su vida cotidiana conviven el teatro, la escritura, la m&uacute;sica, la crianza y el deseo de no perder nunca la curiosidad. Una historia de amor donde el arte se vuelve trinchera, la familia sost&eacute;n y la actuaci&oacute;n, un acto de resistencia.&nbsp;
&nbsp;L&rsquo;OFFICIEL: &iquest;C&oacute;mo es compartir la vida y el oficio dentro del mundo art&iacute;stico?
MARCO ANTONIO CAPONI: En nuestro caso, creo que convive bastante bien porque los dos tenemos un mismo punto de vista en muchas cosas, nos gusta dialogar sobre lo que hacemos. Nos conocimos ya cada uno muy due&ntilde;o de su profesi&oacute;n. Hay un acompa&ntilde;amiento. Hay algo que se hace f&aacute;cil y que nos divierte.&nbsp;
MONNA ANTONOPULOS: Lo que intentamos es moderar el ingreso del trabajo al hogar. No solo por el hecho de coincidir en la profesi&oacute;n sino porque nos damos cuenta de que no est&aacute; bueno que sea el tema principal de la casa. Compartimos el trabajo y al mismo tiempo cada uno tiene su individualidad.&nbsp;
L&rsquo;O: &iquest;C&oacute;mo organizan la vida familiar sin los horarios tradicionales?
MAC: Tiene una log&iacute;stica distinta. Podemos estar en el d&iacute;a y en las actividades de nuestros hijos. Y hay noches en que no estamos y otras en que ellos nos acompa&ntilde;an. Es divertido cuando vienen con nosotros al teatro. Ah&iacute; ten&eacute;s siempre personas disponibles para jugar. El universo del teatro tiene esa magia. Decidimos vivir de manera m&aacute;s flexible, sin tanta estructura.&nbsp;
MA: Hay que replantear el sistema. El mundo cambi&oacute;, cambiaron los trabajos. Ahora que estamos haciendo La Revista del Cervantes, si un d&iacute;a falta a la escuela pero est&aacute; rodeado de una orquesta en vivo, un pianista incre&iacute;ble que le muestra las partituras, me parece superenriquecedor.
&nbsp;L&rsquo;O: En un contexto que exalta la hiperproductividad, &iquest;c&oacute;mo eligen ustedes cuidar el tiempo y el descanso?
MAC: Yo duermo la siesta. Soy mendocino. Si hay algo que ponemos en valor es el tiempo. No me sirve de nada tener mucho trabajo si no puedo tener tiempo para compartir con mi hijo. Vale m&aacute;s que tener millones de d&oacute;lares. Hay algo en el tiempo que no tiene retorno.&nbsp;
MA: Me parece que el capital hoy es el cuidado de la salud mental. Me preocupa la crisis que estamos teniendo de ansiedad, de desdoblamiento, lo enfermos que estamos con la tecnolog&iacute;a. Lo veo en la adolescencia, en la crianza, en la pareja. En realidad, lo que uno est&aacute; pidiendo es calidad de vida. El exceso solo genera m&aacute;s agotamiento, m&aacute;s vac&iacute;o.
&nbsp;L&rsquo;O: Desde afuera parece que est&aacute;n en todos lados, &iquest;c&oacute;mo viven esa exposici&oacute;n constante?
MA: Es muy loco eso. Sin embargo, son producciones que est&aacute;n saliendo ahora pero que tal vez se hicieron en el pasado. La gente no debe entender c&oacute;mo hace la piba para dormir siesta (risas). Y nosotros amamos estar en casa, tener tiempo en familia. Disfruto la tranquilidad.&nbsp;
MAC: Eso que se ve es el 15 % de todo lo que hacemos porque el trabajo m&aacute;s grande hoy es ser padres, hacer las compras, hacer la comida, tener un orden. Pareciera que sos cuando aparec&eacute;s, y si no, no est&aacute;s haciendo nada. Nos pasa mucho que nos digan: &ldquo;no paran, c&oacute;mo hacen, deben estar agotados&rdquo;. Y no. No par&aacute;s vos de vernos, que es distinto.&nbsp;
&nbsp;L&rsquo;O: &iquest;Se aconsejan entre ustedes o prefieren acompa&ntilde;arse sin intervenir en lo profesional?
MAC: No nos aconsejamos, pero s&iacute; compartimos opiniones, puntos de vista. Somos muy generosos con el otro y con los otros. El hecho de entender el trabajo hace que nos podamos acompa&ntilde;ar. Nos divierte laburar. Si un trabajo no nos divierte, no lo hacemos.&nbsp;
MA: Hace diez a&ntilde;os que estamos juntos. Eso implica aprender a valorar porque cuando uno sale a trabajar el otro tiene que sostener.&nbsp;
&nbsp;L&rsquo;O:&nbsp;&iquest;C&oacute;mo surgi&oacute; Ricardo y Liliana, y qu&eacute; lugar ocupa ese juego creativo hoy?
MAC: Es un chispazo creativo. Es canalizar la creatividad a trav&eacute;s de la ficci&oacute;n y volverlo un contenido. Empez&oacute; como un juego en la casa de un sobrino. El primer video que subimos tuvo medio mill&oacute;n de reproducciones. No lo pod&iacute;amos creer.&nbsp; Ah&iacute; decidimos armar una cuenta y no par&oacute; de crecer. La premisa es que tiene que ser f&aacute;cil. Lo hacemos y nos morimos de risa. Adem&aacute;s, se arm&oacute; una comunidad hermosa.&nbsp;
MA: Encontramos un canal de reciclaje. Re&iacute;rnos es nuestra manera de sobrevivir. Vos mir&aacute;s los comentarios y hay gente que no entiende qui&eacute;nes somos, y nosotros no matamos la fantas&iacute;a. No entender es parte.&nbsp;
&nbsp;L&rsquo;O: &iquest;C&oacute;mo es actuar en redes sociales?
MAC: Siempre nos expresamos de la manera en que sabemos, que es la ficci&oacute;n. Las redes venden mucho lo perfecto, lo que no tiene falla, lo que funciona. Y nosotros vamos a lo pat&eacute;tico. A m&iacute; me gusta ir a perder, afearme para hacer un personaje, atravesar algo m&aacute;s humano que no sea solamente la pose.&nbsp; Y adem&aacute;s son viejos que est&aacute;n replante&aacute;ndose la tecnolog&iacute;a.&nbsp;
MA: En un momento en que la gente usa filtros para no mostrarse arrugado, esto es todo lo contrario. Es una renuncia a trabajar para la mirada del otro, para el afuera. Yo en lo particular, no tengo puesta la identidad, ni mi estado de &aacute;nimo en la respuesta de la gente.&nbsp;
&nbsp;L&rsquo;O: &iquest;Pensaron en la construcci&oacute;n de los personajes?
MA: No. Pero como todo personaje fue creciendo y le fuimos encontrando maneras, detalles. Improvisamos. Lo lindo es sorprender al otro en cada salida. Si mir&aacute;s los videos hay hasta algo f&iacute;sico donde uno se va para adelante y el otro para atr&aacute;s. Uno toma la posta y acciona. Es un juego de escucha y acci&oacute;n.&nbsp;
MAC: Me gustar&iacute;a que pudiera ir al teatro, a otras plataformas. La actuaci&oacute;n qued&oacute; medio de nicho. Crear una propuesta que a vos te rescate de la ausencia de trabajo, de la locura cuando no te llaman, cuando no te sale lo que te gusta, es como ganarle al sistema. Y nos sorprendemos de las reacciones de la gente. Mientras siga sucediendo, seguir&aacute;.&nbsp;
&nbsp;L&rsquo;O: &iquest;C&oacute;mo atraviesan este contexto cultural y social desde su trabajo?
MA: En este contexto tan triste que se est&aacute; viviendo a nivel cultural y a nivel mundial tengo un dosificador de qu&eacute; cosas son importantes y qu&eacute; cosas no. No pierdo de vista los privilegios y quiz&aacute;s el privilegio hoy es hacer una obra como La Revista del Cervantes, con gente espectacular, con actores&nbsp; y m&uacute;sicos so&ntilde;ados, donde todos somos un refugio para el otro, un refugio emocional en el teatro m&aacute;s lindo que tenemos. La gente sale emocionada y con orgullo diciendo &ldquo;este es nuestro patrimonio&rdquo;, algo que tanto nos hace falta. Entonces para m&iacute; esas son las cosas que tienen valor.&nbsp;
MAC: En el Cervantes saci&aacute;s lo art&iacute;stico a morir. A m&iacute; me nutre estar en mi casa, ver una pel&iacute;cula, leer, estudiar m&uacute;sica. No hay que esperar ni desesperar, hay que buscar la manera de hacer. Ricardo y Liliana es parte de eso. Existe un cambio de paradigma y somos nosotros los que tenemos las herramientas en la mano para salir a cambiar esto. Hay que empezar a crear espacios para que la ficci&oacute;n pueda suceder. Hay que entender los nuevos lenguajes, los nuevos dispositivos y hacer de eso un tema rentable para poder producir de una nueva forma.&nbsp;&nbsp;
L&rsquo;O: &iquest;Qu&eacute; otros lenguajes est&aacute;n explorando adem&aacute;s de las redes?
MA: Yo termin&eacute; de escribir una novela. No ten&iacute;a la pretensi&oacute;n y me encontr&eacute; con la persona adecuada, Flor Berthold (actriz, directora, dramaturga, guionista. Da talleres de escritura). Encontr&eacute; otra manera de expresarme, una manera sincera. Hace poco film&eacute; un corto inspirado en esa novela as&iacute; que estoy muy contenta. El trabajo m&aacute;s dif&iacute;cil es tratar de preservar esta vocaci&oacute;n que a veces se puede expresar en una obra de teatro, en una novela, en un celular o en el tiempo compartido con la familia.&nbsp;

Fotograf&iacute;as: Germ&aacute;n Romani. Estilismo: Pamela Martinelli. Asistente de estilismo: Mau Kohut Sch&ouml;nknecht para @vestustudio. Maquillaje y peinado: Vero Luna. Asistente de maquillaje y peinado: Jazm&iacute;n Magliano para @vestustudio.

Monna & Marco

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